En una Londres estancada por la niebla y el crimen, el legendario detective Sherlock Holmes se encuentra atrapado en una espiral de adicción a la cocaína, que distorsiona su brillante mente y lo aleja de su vocación. Su amigo y fiel compañero, el Dr. John Watson, preocupado por su estado, decide intervenir y buscar ayuda. Watson se entera de un renombrado médico austriaco, Sigmund Freud, cuya innovadora aproximación a la psicoterapia podría liberar a Holmes de su dependencia.