El general George S. Patton murió en un accidente de coche en 1945. Sin embargo, ahora se especula con la idea de que su muerte fue en realidad un asesinato minuciosamente preparado por sus colaboradores para encubrir un gran robo de oro.
Una niña aparece asesinada en el bosque de un pequeño pueblo suizo. Inmediatamente las sospechas recaen sobre el viejo vendedor ambulante que encontró el cadáver. Únicamente el comisario Mattei duda de su culpabilidad, pero se acaba de jubilar y deja el caso en manos de un compañero. Ya en el aeropuerto, a punto de despegar su avión, a Mattei le vienen a la mente algunos detalles contados por los niños de la escuela; decide entonces aplazar su viaje e investigar el caso.