Después de una pelea con su novio en la víspera de Año Nuevo, Mané conduce su automóvil desde la ciudad de México a Cuernavaca para visitar a sus padres en su casa de campo. El auto se descompone en la carretera y Mané tiene que pedir ayuda.
Cantinflas trabaja como modelo de smokings en una prestigiosa tienda; su labor consiste en usar el smoking en la calle junto con un letrero publicitario en sus espaldas. El uso del smoking le permite acceder a lugares exclusivos y encontrarse con gente importante. Durante este tiempo, Cantinflas es mánager de un boxeador amateur, asistente de una atractiva enfermera y ocasionalmente asiste a un sacerdote en la iglesia y en el orfanato.
Cantinflas es un torpe bombero, que un día recibe la visita de su pequeña ahijada, cuya madre murió recientemente en la selva. Después de haber trabajado en unos cuantos incendios, Cantinflas decidió dejar de fumar y convertirse en policía, porque es menos peligroso. Todo va bien hasta que una pandilla de gángsters secuestra a la chica, debido a una herencia monetaria.