Valentín, un tipo mujeriego, soltero y egoísta, de repente, tiene que hacerse cargo de una hija a la que no conocía, fruto de una aventura ocasional. Decidido a devolverle la niña a su madre, emprende un viaje con ella a Los Ángeles.
La aventura de Goku comienza de forma bastante inocente en el exterior de la casa de su abuelo, donde Gohan está adiestrando al joven en unas exóticas técnicas marciales. Goku cumple ese día 18 años, y el regalo de Gohan a su nieto es una Bola de Dragón, una esfera pequeña y redonda cuya superficie es blanda y anacarada pero con una blanca translucidez que le proporciona profundidad. Cuatro estrellas flotan en el interior de la esfera. Sólo existen seis más como ella en el mundo, y se dice que cuando las siete Bolas de Dragón están juntas pueden conceder cualquier deseo a quien las posee.
Cuando la inteligente profesora universitaria Miranda Hollander (Helena Mattsson) sufre una pérdida de conciencia, y se despierta entre los restos de una sangrienta carnicería, pide ayuda a su tío Tom (Ben Cross) y éste le revela la terrible verdad: que sólo es humana a medias y que en realidad es un clon de un híbrido de ADN humano y alienígena.