En un pequeño y pintoresco país europeo conocido como Grand Fenwick, la situación es crítica: su economía está en ruinas y la población está al borde de la desesperación. Ante la inminente quiebra, el ducado decide tomar una arriesgada y absurda estrategia para recuperar su fortuna: declarar la guerra a Estados Unidos, el país más poderoso del mundo. La idea es algo descabellada, pero con la esperanza de que, al perder, recibirán una generosa ayuda económica a cambio de una rendición rápida.