En un Japón feudal marcado por la violencia y la traición, un implacable samurái, conocido por su habilidad con la espada y su despiadada búsqueda de venganza, se ve acompañado en sus aventuras por su pequeño hijo, Daigoro. Juntos, forman un dúo singular: un guerrero solitario que se aferra a un código moral en un mundo corrupto y un niño que simboliza la esperanza en medio de la oscuridad.