En plena Escocia del siglo XVIII, un joven inquieto llamado David Balfour se embarca en una aventura que transformará su vida. Tras la muerte de su padre, David comienza su búsqueda de la fortuna y la verdad de sus orígenes, solo para terminar cruzándose con un oscuro y astuto tío que lo traiciona. Cazador de riquezas y poder, su pariente le truca y lo vende como esclavo a un barco. A bordo del navío, David se encuentra con Alan Breck Stewart, un carismático fugitivo y noble escocés, que escapa de la persecución de los británicos.

En una mansión antigua y apartada, una joven institutriz es contratada para cuidar a dos huérfanos, Flora y Miles, después de la misteriosa muerte de sus padres. Al llegar al opulento hogar, se encuentra con un ambiente marcado por la intriga y el secreto. Desde el principio, la institutriz nota que hay algo extraño en la relación entre los niños, quienes parecen estar más conectados con el pasado oscuro de la propiedad de lo que debería ser natural.

En una soleada mañana escocesa, un grupo de hombres de mar se encuentra en una peculiar encrucijada cuando un astuto capitán decide hacer un viaje de pesca para ganar un dinero rápido. Sin embargo, su ambición se ve truncada por la llegada inesperada de una vieja barca llamada Maggie, que es más un trastorno que una solución. A medida que el capitán y su tripulación intentan navegar por las turbulentas aguas del negocio pesquero y por las caprichosas exigencias de su embarcación, se desata una serie de enredos cómicos y malentendidos.

En un rincón de Escocia, dos hermanos, el impulsivo y aventurero Alan y su responsable hermano mayor, son testigos de un inesperado acontecimiento que cambiará sus vidas para siempre. Un día, mientras exploran su entorno, descubren a un niño abandonado que ha sido secuestrado. Sin pensarlo dos veces, deciden rescatarlo y llevarlo a su hogar, donde el pequeño se convierte en una parte inesperada de sus aventuras. Sin embargo, lo que parece ser una noble intención pronto se complica.