Terminada la Guerra de Secesión (1861-1865), el capitán confederado Gary O'Hara, viendo que no tiene futuro en el Sur, decide buscar fortuna en el Oeste. Sin embargo, cuando se detiene en Yellowstone, ciertas circunstancias alterarán sus proyectos.
Un grupo de renegados tratan de conseguir que el ejército abandone su fuerte, para ello convierten a los indios en adictos al whisky para luego convencerlos de atacar y expulsar a los soldados.