Tras pasar unas merecidas vacaciones en Francia, el agente secreto James Bond recibe una llamada del Jefe M para realizar una peligrosa misión relacionada con unos diamantes en bruto desaparecidos.
En un desvío de una carretera estatal, dos lugareños colocan un cartel de desvío, para que un par de coches no sigan su camino y cambien de rumbo. La carretera que los viajeros toman les conduce a Pleasant Valley, un pequeño pueblo sureño que recibe con los brazos abiertos a los seis desafortunados viajeros, a los que nombran invitados de honor de las fiestas conmemorativas del centenario del pueblo. Agasajados con alojamiento y comida gratuitas, deciden aceptar la oferta del alcalde y quedarse en el pueblo.