En el siglo XVIII, una joven llamada Suzanne se ve obligada a entrar en un convento tras la muerte de sus padres. Aunque se siente atrapada en un mundo que no ha elegido, su fuerte espíritu y deseo de libertad pronto desafían las estrictas reglas del lugar. A medida que Suzanne intenta adaptarse a la vida religiosa, se enfrenta a la crueldad de la madre superiora, que ve su llegada como una oportunidad para cementar su poder.

En una pequeña aldea francesa, un grupo de jóvenes cuyas vidas giran en torno a la religión y la tradición se enfrenta a un cambio que amenaza con desequilibrar su frágil mundo. La llegada de un nuevo líder espiritual, carismático y radical, siembra la semilla de la duda en las convicciones de las muchachas. Mientras se encuentran atrapadas entre la devoción y los deseos de libertad, comienzan a cuestionar su lugar en la sociedad y el significado de su propia sexualidad.