En una fábula visual llevada al extremo, un grupo de personajes emblemáticos encarna los siete pecados capitales, sumergiendo al espectador en un viaje moral y visual a través de sus excesos y vicios. La trama se desarrolla en un entorno vibrante donde el lujo y la decadencia conviven en armonía; aquí, la envidia, la avaricia, la lujuria, la ira, la gula, la pereza y la soberbia cobran vida de maneras grotescas y a menudo hilarantes.