En una prisión japonesa, una mujer condenada por un crimen que no cometió se enfrenta a la brutalidad de un sistema carcelario implacable. Conocida como la "escorpión", es una sobreviviente que se niega a dejar que su espíritu se quiebre, a pesar de las torturas físicas y psicológicas que enfrenta por parte de las autoridades carcelarias y sus compañeros de prisión. A medida que intenta adaptarse a la violencia y el hacinamiento del lugar, rápidamente se convierte en el objetivo de un grupo de reclusas que ven en ella una amenaza.