En la Italia rural de la posguerra, un niño llamado Gavino vive bajo el yugo de su estricto padre, un pastor que se aferra a tradiciones severas y una brutal forma de crianza. La historia comienza mostrando el contexto áspero y hermoso de Cerdeña, donde la vida parece dominada por la naturaleza y la cultura local. A medida que Gavino crece, se enfrenta a un conflicto interno: la tiranía paterna contra su deseo de libertad y autodescubrimiento.