Un detective de Nueva York investiga una serie de asesinatos llevados a cabo aleatoriamente por diferentes neoyorquinos que declaran que "Dios me dijo que lo hiciera"...
Un equipo formado por un agente del F.B.I., un oficial de policía de Nueva York y un policía del estado, se enfrentan a una poderosa red de narcotraficantes que no les pondrán las cosas nada fáciles.
En Nueva York, para reforzar la lucha contra la mafia y los gángters, se ha creado un grupo especial de la Policía, formado por siete hombres, con total independencia y amparados en su anonimato. Son los "seven-ups", un grupo de élite que pronto se demuestra muy eficaz contra el crimen... El director Phillip D'Antoni -que no dirigió luego más películas- había sido el productor de éxitos similares anteriores como "Bullitt" (1968) and "French Connection" (1971).
Don Vito Corleone es el respetado y temido jefe de una de las cinco familias de la mafia de Nueva York. Tiene cuatro hijos: una chica, Connie, y tres varones: el impulsivo Sonny, el pusilánime Freddie y Michael, que no quiere saber nada de los negocios de su padre. Cuando Corleone, siempre aconsejado por su consejero Tom Hagen, se niega a intervenir en el negocio de las drogas, el jefe de otra banda ordena su asesinato. Empieza entonces una violenta y cruenta guerra entre las familias mafiosas.
Jimmy Doyle y Buddy Rosso son dos policías neoyorquinos que siguen la pista de una red de traficantes de drogas. El primero, que confía en su olfato, sospecha que una confitería de Brooklyn está implicada y convence a su jefe para intervenir la línea telefónica. Poco después, Doyle y sus hombres siguen al dueño de la confitería, que los conduce hasta Nicoly y Charnier, dos franceses que acaban de llegar a Estados Unidos.