Todos creían que el policía asesino había muerto, pero volvió a sembrar el pánico en toda Nueva York. El fantasma regresó y se ha autonombrado juez, jurado y verdugo.
En tiempos de la Ley Seca, Mike Murphy, antiguo policía, monta una pequeña agencia de detectives en Kansas City. Un día Dehl Swift, su socio, aparece con una gran suma de dinero por la oficina, y Murphy sospecha que debe estar en problemas.