En una ciudad parisina del siglo XVII, el avaro y obsesivo Harpagon vive por y para su fortuna, acumulando miserias mientras se encierra en su mundo de codicia. Su vida gira entorno a un viejo cofre lleno de oro y a sus insaciables ansias de riqueza. Sin embargo, su egoísmo no solo afecta su vida, sino también la de sus hijos, Cléante y Élise, quienes desean casarse por amor. Pero el padre, ciego por la codicia, tiene otros planes.