Un ex campeón de boxeo, que vive con su hijo pequeño, lleva una vida disipada, dedicada por entero a la bebida y al juego. Él desea cambiar, pero no puede. Sin embargo, cuando su mujer vuelve con él, el deseo de rehacer su vida con los suyos lo lleva a reanudar su carrera.
Justo cuando están instalando una costosa piscina en casa, Dick es despedido de su bien pagado trabajo como ejecutivo, pero su mujer Jane, que es ama de casa, no se preocupa demasiado porque piensa que la situación será pasajera. Sin embargo, pronto resulta evidente que la prestación por desempleo de Dick es demasiado exigua, sobre todo porque ella es una manirrota. Así que, cuando Jane roba sin darse cuenta 2.000 dólares, se les ocurre una idea para resolver sus problemas: robar todo el dinero que necesiten. Lo que no habían pensado es que ser ladrón es una profesión realmente dura.
La película retrata la vida de MacArthur (Gregory Peck) desde 1942, antes de la Batalla de Bataan, hasta 1952, tiempo después de que el presidente Truman (Ed Flanders) lo había retirado de su comando de la Guerra de Corea por insubordinación, y se cuenta en un flashback cuando él visita West Point.
En Los Ángeles, en la víspera de un importante partido de fútbol americano, un sujeto armado con un rifle de mira telescópica se dirige furtivamente hacia una de las torres del estadio Coliseum. Cuando se detecta al francotirador, se recurre a los equipos SWAT y al director de seguridad del estadio, el capitán Peter Holly (Charlton Heston), cuya misión será detener al individuo antes de que cunda el pánico en un estadio con más de 90.000 personas.