En una típica mansión neoyorquina, un célebre y extravagante productor de teatro, que ha estado al borde de la quiebra, se despierta un día para descubrir un cadáver en su sala de estar. Tan pronto como intenta deshacerse del cuerpo, se encuentra atrapado en una serie de enredos cómicos que van desde la policía hasta su propio círculo de amigos excéntricos. El productor, interpretado por un carismático protagonista, se convierte en el principal sospechoso, aunque en el fondo él es un hombre de buenas intenciones que solo busca recuperar su reputación.