En esta hilarante secuela, la familia más excéntrica de Estados Unidos se enfrenta a nuevos desafíos cuando Morticia y Gómez se convierten en padres de un nuevo bebé, el pequeño Pubert. Sin embargo, la llegada del nuevo miembro de la familia trae consigo un aire de tensión, ya que Wednesday y Pugsley sienten que han sido desplazados por el nuevo chico en la casa.