Kevin Chan es un brillante policía encargado de atrapar criminales, pero sus métodos poco ortodoxos provocan que acabe relegado al departamento de tráfico. Sin embargo, un criminal que había jurado vengarse de él sale de la cárcel y los persigue a él y a su chica. Al mismo tiempo, el jefe de la policía estudia la posibilidad de devolver a Kevin su destino anterior para que les ayude a atrapar a unos criminales que extorsionan diversos constructores, a quienes amenazan con hacer explotar bombas en sus edificios.
Después de acabar con el temido pirata Lo, Dragon Ma regresa y se incorpora a la policía. Ma recibe el encargo de eliminar el crimen en un barrio, y entra en contacto con un grupo de revolucionarios.
Jackie Chan, Sammo Hung, Yuen Biao y el resto de la pandilla viajan a Tailandia para tomarse un merecido descanso por cortesía del departamento de policía de Hong Kong. Allí dejan claro que su capacidad para seducir mujeres atractivas es inversamente proporcional a su dominio de las artes marciales. Como era de esperar, las paradisíacas vacaciones acaban en desastre y el grupo debe regresar a toda prisa para interceptar a unos asesinos que se proponen eliminar a un señor del crimen de Hong Kong.
Kevin es un policía de Hong Kong que se enfrenta a una difícil misión: debe atrapar al capo de la droga del país. Pero para condenar al criminal solo hay una testigo que puede incriminarle y Kevin es el único que puede protegerla. Evidentemente todos los criminales a las órdenes del capo intentarán matar a la testigo y a su guardaespaldas.
Dragon Ma (Jackie Chan) es un teniente de la Armada en el Hong Kong del siglo XIX. Los piratas han estado aterrorizando las aguas locales, con la asistencia de las autoridades corruptas. Dragon Ma espera vencer al malvado pirata encabezado por Sanpao (Dick Wei), pero su plan presenta problemas. Ma se une con un almirante (Hak Suen Lau), el capitán Tzu (Biao Yuen) y un ladrón (Sammo Hung Kam-Bo) en una nueva ronda de las batallas de alta mar con Sanpao y sus piratas.