En medio de un paisaje austero y opresivo, un joven angustiado, marcado por un tormentoso pasado, se ve envuelto en una vorágine de caos y violencia. Tras salir de la cárcel, se encuentra atrapado en su propia mente, azotado por sus demonios internos y por una sociedad que no parece entender su sufrimiento. Abandonado por su familia y marginado por su entorno, su capacidad para empatizar se ha desvanecido, y una despiadada sed de descontrol y venganza comienza a apoderarse de él.
Mientras vaga por las calles, sus pensamientos oscuros lo llevan a una serie de actos cada vez más aterradores, reflejando su inestabilidad emocional y su anhelo de poder desatar el pánico. Su camino lo lleva a secuestrar a una joven, una víctima inocente que se convierte en el objeto de sus tormentos; un intento desesperado por encontrar conexión en un mundo que lo ha rechazado.
A medida que la tensión aumenta y el tiempo se agota, se revela no solo la brutalidad del protagonista, sino también el horror de su propia vulnerabilidad. Pronto, la línea entre el cazador y la presa comienza a desdibujarse, y el espectador se sumerge en un viaje implacable, donde la desesperación, la locura y la soledad se entrelazan de una manera inquietante. En un clímax desgarrador, se plantea la pregunta fundamental sobre la naturaleza de la violencia y la redención, dejando una marca indeleble en quienes se atreven a mirar más allá.