En un encantador pero enrevesado día, dos amigos, un par de torpes pero entrañables personajes, se ven involucrados en una serie de desastrosas situaciones cuando deciden ayudar a un amigo en apuros. Mientras intentan recuperar un coche que ha sido robado, su torpe búsqueda los lleva por un laberinto de absurdas circunstancias, desde encontronazos con la ley hasta enredos con una pandilla de matones.
La trama da un giro hilarante cuando, sin querer, se convierten en los principales sospechosos de una serie de robos en el vecindario. A medida que los malentendidos se multiplican, estos dos inadaptados deben recurrir a su ingenio (o la falta de él) para intentar demostrar su inocencia. Con cada intento de arreglar las cosas, logran meterse en más problemas, atrapándose en una espiral de slapstick que mantendrá al público riendo a carcajadas.
Durante su torva odisea, se encuentran con personajes pintorescos y situaciones absurdas, lo que añade una serie de giros inesperados que solo intensifican el caos. En última instancia, la amistad y la lealtad entre estos dos amigos son lo que realmente importa, ya que descubren que, a pesar de todos los desastres que enfrentan, siempre pueden contar el uno con el otro. Cada tropiezo, cada caída, se convierte en un recordatorio de que, incluso en los momentos más descabellados, la vida sigue siendo una aventura digna de ser vivida.