En un pequeño y próspero pueblo de la América de los años 30, la vida cotidiana gira en torno a la familia, el trabajo y el sentido de comunidad. Sin embargo, la llegada de un grupo de forasteros con ideas revolucionarias pone a prueba los cimientos de esta sociedad aparentemente tranquila. Estos outsiders, armados con nuevas filosofías y un espíritu de desafío, desafían las normas establecidas e instigan un debate sobre lo que realmente significa ser "civilizado".
A medida que la tensión aumenta, los habitantes del pueblo se ven envueltos en una serie de confrontaciones, tanto verbales como físicas, que revelan sus verdaderos valores y temores. Personajes como el respetado líder comunitario, cuya autoridad se tambalea ante estas nuevas ideas, y una joven idealista que se siente atraída por las promesas de cambio, ilustran el dilema entre la tradición y el progreso.
Con un tono que mezcla el drama y un poco de humor, la historia adentra al espectador en los dilemas morales y emocionales que acompañan a la transformación social. La lucha por la aceptación de lo nuevo versus el apego a las viejas costumbres se convierte en un microcosmos de la sociedad de la época.
A medida que las tensiones alcanzan su punto máximo, los personajes deben confrontar no solo a los invasores, sino también a sí mismos, haciéndose la pregunta fundamental: ¿qué significa realmente ser civilizado en un mundo en constante cambio? En esta batalla de ideas e identidades, cada decisión cuenta.