Ambientada en un mundo de ideologías extremas y tensión racial, la película de 1916 nos presenta la historia de un joven idealista que se enamora de una mujer de un grupo étnico marginado. Desde su infancia, ha sido educado en un entorno que proclama la superioridad de su raza, pero su vida da un giro inesperado cuando conoce a su amada en un encuentro fortuito en una biblioteca pública.
A medida que su relación se desarrolla, el protagonista se enfrenta a un conflicto interno; lucha entre su amor por ella y las creencias inculcadas por su familia y la sociedad. A lo largo de la historia, se desvela la historia de abuso que ha sufrido su amada y las injusticias que afectan a su comunidad, lo que empuja al joven a cuestionar todo lo que ha aprendido.
Dividido entre su lealtad a sus raíces y su deseo de luchar por la justicia, el protagonista se convierte en un activista clandestino. Reclutando a otros jóvenes que se encuentran en situaciones similares, trabajan juntos para desmantelar las ideas preconcebidas que han dominado su entorno.
Sin embargo, los peligros son constantes y las repercusiones son altas. La tensión llega a un punto crítico cuando el amor del protagonista enfrenta el odio de quienes lo rodean. A medida que las líneas se dibujan aún más claramente, el joven debe decidir a quién le debe fidelidad: a su corazón o a su sangre. En medio de este torbellino emocional, surge la pregunta: ¿puede el amor realmente superar la intolerancia?