En un mundo donde lo mecánico se fusiona con lo artístico, una serie de imágenes surrealistas y abstractas se despliegan ante nuestros ojos, creando una experiencia visual única. La historia se mueve entre la influencia del cubismo y el futurismo, presentando una danza coreografiada no solo por cuerpos humanos, sino también por objetos y máquinas. La narrativa no lineal nos lleva a un viaje a través de una serie de secuencias que desafían nuestra percepción de la realidad y el tiempo.
Los personajes, representados tanto por bailarines como por autómatas, habitan un escenario que se transforma en un laboratorio de ideas, donde lo orgánico y lo inorgánico chocan en un ballet frenético. Cada imagen es un destello de creatividad que busca capturar la esencia del movimiento, desdibujando las líneas entre el arte y la vida cotidiana. Con una banda sonora innovadora que complementa la intensidad de las proyecciones, el espectador se siente inmerso en un torbellino de sensaciones que exploran la modernidad.
A medida que la película avanza, se invita al público a cuestionar el lugar del ser humano en un mundo cada vez más mecanizado. Las imágenes se entrelazan en un ritmo hipnótico, desafiando nuestras nociones tradicionales de narrativa y estética. Es una obra que, aunque enigmática, logra conectar con el espíritu de una época en plena transformación, llevándonos a reflexionar sobre el futuro y la danza interminable entre lo humano y lo mecánico.