En una colorida y ruidosa ciudad en plena era del jazz, un simpático pero torpe detective privado, conocedor de la vida nocturna, se ve envuelto en un lío monumental. Todo comienza cuando recibe un extraño encargo de una hermosa femme fatale que lo lleva a investigar una serie de robos en una mansión repleta de personajes excéntricos y sospechosos. La trama se complica cuando el detective se enfrenta a una serie de malentendidos y situaciones cómicas que implican a un grupo de músicos, un ladrón de joyas y un misterioso benefactor.
Mientras intenta desentrañar el misterio, se convierte en un imán para los problemas: se tropieza con un enredo de óperas de jazz, se encuentra en medio de un escandaloso baile de máscaras, y, por supuesto, no puede resistirse a los encantos de la femme fatale que lo contrató. Los momentos de slapstick e ingenio se suceden al ritmo de los acordes de los saxofones, proporcionando un festín visual que captura la esencia de la comedia de los años 20.
Con un buen números de giros inesperados y un desenlace que pondrá a prueba la astucia del protagonista, esta aventura concluye con una explosión de risas y una reflexión sobre el amor y la amistad, dejando al público con ganas de más. Es una mezcla perfecta de intriga, romance y comedia, todo bajo la atmósfera vibrante de una era dorada llena de jazz.