En esta comedia romántica de 1947, seguimos las peripecias de un joven y encantador millonario que, tras una serie de desventuras amorosas, se encuentra ante un caos inesperado: su prometida lo deja plantado justo antes de la boda. En lugar de caer en el desánimo, decide convertir su desdicha en una oportunidad. Con un toque de humor y una buena dosis de locura, decide organizar una competencia para encontrar una novia en menos de 24 horas. La idea es atraer a una nueva mujer y casarse en un abrir y cerrar de ojos, pero lo que sigue es una montaña rusa de hilarantes situaciones.
A medida que busca a la chica perfecta, se cruza con un grupo de amigas frustradas que tienen sus propios problemas amorosos. Entre enredos, malentendidos y un juego de celos, nuestro protagonista se da cuenta de que el amor no se elige así de fácil. Lo que comienza como un simple desafío se transforma en una revelación sobre lo que realmente significa el compromiso y la conexión emocional.
Las situaciones cómicas se multiplican cuando el personaje principal se enfrenta a antiguas promesas y a su propio corazón, llevando al espectador a momentos de risa y reflexión. Entre giros inesperados y un elenco carismático, esta película captura la esencia de los romances agridulces y la búsqueda desesperada de la felicidad, mostrando que a veces, lo que realmente necesitas está justo bajo tu nariz. Una joya del cine clásico que seguro te sacará una sonrisa.