En los años 70, un joven británico llamado Michael Peterson, que soñaba con convertirse en una estrella del boxeo, se ve atrapado en un camino de rebelión y crímenes. A medida que su personalidad se transforma en un alter ego violento y egocéntrico conocido como Charles Bronson, se convierte en uno de los prisioneros más notorios del Reino Unido. La historia se centra en su vida dentro y fuera de la cárcel, explorando su infame y explosivo temperamento que lo lleva a ser famoso no solo por sus delitos, sino también por sus extravagantes hazañas dentro de las rejas.
La película está narrada de manera única, con Bronson retratando su vida como un espectáculo, hablando directamente con el público mientras comparte sus pensamientos más oscuros y filosóficos sobre la libertad, la locura y la violencia. A través de su tiempo en distintas penitenciarías, enfrentará a otros reclusos y a los guardias, convirtiendo cada encuentro en un acto de teatro violento.
Su arte de crear caos no solo le otorga notoriedad, sino que también lo sumerge en una espiral de autodestrucción, desafiando a la sociedad con su búsqueda interminable de atención y reconocimiento. A medida que el tiempo avanza, la película se convierte en un reflejo de su lucha interna y la línea difusa entre la figura del villano y la del artista, culminando en una exploración de la dualidad que reside en todos nosotros.