En una noche cualquiera en Nueva York, un grupo de amigos se reúne para despedir a uno de ellos que se muda a Japón. La fiesta se convierte en un caos absoluto cuando un temblor sacude la ciudad y, poco después, una misteriosa criatura gigante emerge de las profundidades. Con el skyline de Manhattan como telón de fondo, los amigos, armados solo con una cámara de vídeo, deciden capturar lo que podría ser su última aventura.
A medida que el monstruo desata el terror, provocando la destrucción a su paso, el grupo intenta abrirse camino a través de las calles aterrorizadas, enfrentándose a lo desconocido en cada esquina. La grabación se transforma en un testimonio de la lucha por la supervivencia mientras el caos se despliega, con explosiones, escenas de pánico y el ejército intentando contener la situación.
En medio del horror, emergen tensiones y secretos entre los amigos, revelando un lado más profundo y humano en medio del desastre. La búsqueda por encontrar a un ser querido perdido se convierte en el motor de su lucha, haciéndolos cuestionar hasta dónde llegarían por amor y amistad.
Filmada en un estilo de metraje encontrado, la experiencia es íntima y claustrofóbica, haciendo que la audiencia se sienta parte de esa noche aterradora. Con giros inesperados y momentos de pura adrenalina, este viaje es un recordatorio escalofriante de que, a veces, el verdadero terror puede surgir en los lugares más familiares.