En el Hong Kong de la década de 1960, dos vecinos, Chow y Su, se encuentran en un complejo de apartamentos donde las vidas de ambos parecen estar marcadas por la soledad. Aunque cada uno está inmerso en relaciones amorosas que se sienten vacías y llenas de desconfianza, el destino los une de una forma inesperada al descubrir que sus respectivos cónyuges les son infieles. En medio de un ambiente cargado, lleno de sutilezas y miradas que hablan más que las palabras, comienzan a forjar una conexión que trasciende la simple amistad.
A medida que se adentran en sus emociones, ambos navegan por la delgada línea de la traición y la lealtad, explorando sus deseos reprimidos. Las tensiones aumentan cuando deben confrontar sus propios sentimientos, mientras evitan cruzar la barrera que podría llevarlos a un amor prohibido. La atmósfera es densa con el dolor del anhelo y la nostalgia, recordando el paso del tiempo y lo que nunca podría ser.
Rodada con una estética impresionante y una atención meticulosa a los detalles, la historia se despliega lentamente, capturando la esencia de la tristeza y la belleza en lo cotidiano. Con una banda sonora que complementa perfectamente la narrativa, la película es tanto un viaje visual como emocional, dejando a los espectadores reflexionando sobre el amor, la pérdida y cómo, a veces, las mejores historias son las que nunca se dicen.