En un tranquilo pueblo estadounidense, la vida sigue su ritmo habitual hasta que un extraño contagio comienza a desencadenar un brote de locura. Todo comienza con un accidente en la instalación de un experimento militar, donde un virus se escapa y provoca que los habitantes se tornen violentos y, en algunos casos, se comporten de manera completamente errática. La comunidad, que antes se caracterizaba por su calma y convivencia pacífica, se convierte en un campo de batalla donde la desconfianza y el caos reinan.
Un grupo de sobrevivientes, incluidos un médico local y su esposa, intenta escapar del pueblo mientras lidian con la inminente amenaza de sus vecinos, ahora convertidos en seres peligrosos. A medida que la locura se extiende, las autoridades, que inicialmente intentan controlar la situación, se encuentran desbordadas y toman decisiones cada vez más drásticas, incluyendo la cuarentena de la ciudad. Sin embargo, el peligro no solo proviene de los infectados; la paranoia y el miedo también comienzan a corroer la moral de quienes intentan salvarse.
Con un tono inquietante y una atmósfera tensa, la historia lleva al público a reflexionar sobre la fragilidad de la civilización y cómo la línea entre la cordura y la locura puede desdibujarse rápidamente. En medio de la desesperación y el horror, los personajes se enfrentan a sus propios miedos y a la incapacidad de huir de una realidad que se vuelve cada vez más aterradora. Una inquietante mezcla de terror y crítica social que deja huella.