En una pequeña ciudad italiana, la historia de una familia se despliega a lo largo de las décadas, revelando los altibajos, las alegrías y las tragedias que la definen. Todo comienza con la llegada de un nuevo miembro al hogar: un niño que representa la esperanza y la continuidad de sus tradiciones. Sin embargo, a medida que crece, se ve arrastrado por las complejidades de un entorno marcado por la desigualdad, el conflicto generacional y las decepciones.
Los acontecimientos se cuentan a través de los ojos del protagonista que, aunque es un niño, comienza a captar las tensiones que existen entre sus padres y otros miembros de la familia. La figura paterna se revela como un hombre estricto y a menudo distante, mientras que la madre ofrece un refugio emocional, aunque también vive atrapada en sus propias frustraciones. A lo largo de los años, el aliento de la guerra, la política cambiante y los sueños rotos repercuten en sus vidas, haciéndolos cuestionar sus ideales y propósitos.
Con la fotografía cálida y evocadora de su entorno, la película captura la esencia de una época mientras explora el dinamismo del amor y el dolor. Cada personaje se convierte en un símbolo de esperanza y decepción, reflejando la lucha incesante por encontrar un lugar en el turbulento curso de la vida. El relato culmina en un desahogo emocional, donde se abordan temas de identidad, pertenencia y la irrevocable necesidad de conexión humana.