En un futuro distópico, la sociedad se encuentra al borde del colapso, y las autoridades han perdido el control sobre la violencia que desata la delincuencia. En medio de este caos, un niño adolescente es brutalmente asesinado, dejando a su familia devastada. El padre, un hombre común y corriente, es arrastrado a la tormenta de la venganza cuando el sistema judicial demuestra ser incapaz de ofrecer justicia. Atrapado en un mundo donde los criminales operan con total impunidad, decide tomar la justicia en sus propias manos.
Con cada paso que da en su búsqueda de venganza, se adentra más en la oscuridad y el peligro de la criminalidad, convirtiéndose en un ser casi irreconocible para quienes lo conocen. A medida que se enfrenta a los culpables, descubre una red de corrupción y engaño que va más allá de lo que imaginaba, donde no sólo se peleó por la vida de su hijo, sino también por la suya propia.
Las escenas de acción son intensas y crudas, con un retrato desgarrador de la pérdida y la desesperación. El espectador experimenta un viaje emocional que ignora las líneas entre el bien y el mal, desafiando la noción de justicia en un mundo desprovisto de leyes. A medida que el protagonista se convierte en una leyenda de venganza, queda la pregunta abierta: ¿la justicia se puede encontrar a través de la violencia, o es solo una ilusión mortal?