En una sala de tribunal estadounidense, la justicia se transforma en un desfile de locuras y risas cuando un juicio de rutina se convierte en un verdadero circo. La historia sigue a un abogado torpe y optimista que se enfrenta a un caso increíblemente peculiar. La acusación parte de un pequeño café donde una extravagante y carismática camarera es demandada por un cliente insatisfecho que jura que recibió un servicio deficiente.
A medida que se desarrolla el juicio, los testigos comienzan a aparecer uno tras otro, arrastrando consigo un elenco de personajes hilarantes, desde un viejo sabio que relata sus experiencias de vida de manera confusa, hasta un cazador de cocodrilos que aporta un testimonio inesperado sobre un incidente único en el café. Cada testigo desata una serie de situaciones cómicas que atentan contra la cordura tanto del juez como de los jurados, colapsando cualquier intento de mantener el orden.
Mientras los abogados luchan por presentar sus argumentos y hacer caso a la absurda situación, los malentendidos y tropiezos provocan carcajadas en la sala y, de alguna manera, revelan verdades sobre todos los personajes involucrados. La película ofrece una mirada satírica a la justicia y la sociedad, envolviendo a la audiencia en un torbellino de risas mientras se plantea la pregunta de qué es realmente la verdad. En medio del caos, se nos recuerda que la risa es, al final del día, una forma de justicia en sí misma.