En una brillante mezcla de aventura y comedia, seguimos a un joven y descarado aventurero británico que se ve envuelto en un enredo inesperado cuando se cruza con una trama de intrigas nobles en una Europa de cuento de hadas. Tras un encuentro fortuito con una hermosa aristócrata, nuestro protagonista se entera de un oscuro plan que podría cambiar el rumbo de la política en su país y más allá.
Con una dosis de humor británico, se ve arrastrado a un mundo de duques, espías y un juego de cartas que no es solo eso, sino un peligroso juego de poder. A medida que navega por este complicado panorama, el héroe no solo tiene que manejar su creciente atracción hacia la noble dama, sino también desenmascarar a un villano que parece tener mil trucos bajo la manga.
Las cosas se complican aún más cuando se ve obligado a hacerse pasar por un noble que no es, mientras que los secretos de su verdadera identidad amenazan con desmoronarse esa fachada. Con escenas de acción hilarantes y un guion cargado de ingenio, la película nos lleva a través de castillos, banquetes y extravagantes bailes, todo mientras nuestro héroe intenta salir airoso del caos en el que se ha metido.
Al final, queda claro que en su búsqueda de la verdad y el romance, la clave estará en conseguir el equilibrio entre el honor y la mente aguda, todo aderezado con la indudable chispa del cine de época.