En el Londres de los años 60, una famosa cantante estadounidense, interpretada por Judy Garland, se encuentra en un momento decisivo de su vida. Con una carrera brillante, llena de éxitos y glamour, la protagonista disfruta del reconocimiento y el aplauso del público, pero detrás de esa imagen reluciente se esconde una mujer llena de inseguridades y un corazón roto. Acaba de regresar a su ciudad natal para llevar a cabo una serie de conciertos, pero al reencontrarse con su hijo (a quien dejó atrás por su carrera), se enfrenta a la dura realidad de las decisiones que ha tomado.
Mientras navega entre el amor y la ambición, se entera de que su hijo está inmerso en el mundo de las drogas, lo que la obliga a reevaluar sus prioridades y su papel como madre. Las melodías que solía interpretar se convierten en eco de sus sentimientos encontrados: añoranza, amor, frustración y esperanza. La película combina números musicales cautivadores con la lucha interna de una madre que busca redimirse y acercarse a su familia.
A medida que avanza la historia, la protagonista debe confrontar sus propias demonios y sus fracasos pasados, dando lugar a un conmovedor viaje de autodescubrimiento. Con una interpretación poderosa y nostálgica, la trama revela el dilema de articular la fama con la responsabilidad personal, creando un retrato íntimo y humano de la vida de una estrella en el ocaso de su carrera.