En un pequeño pueblo, la vida de los lugareños se ve sacudida por la llegada de un nuevo ferrocarril, que promete conectarles con el mundo exterior. Sin embargo, el ingeniero a cargo de la obra es un tipo peculiar, algo torpe y rodeado de situaciones cómicas. Mientras intenta establecer la ruta del tren, se ve envuelto en toda una serie de disparatadas peripecias.
La historia se centra en la interacción entre este ingeniero y los coloridos habitantes del pueblo, quienes, aunque escépticos al principio, pronto se ven arrastrados por la locura de la construcción del ferrocarril. Entre malentendidos, travesuras y un tren que parece tener vida propia, el ingeniero y sus nuevos amigos deberán enfrentarse a la negativa de algunos lugareños que sienten que la llegada del tren esfuma la esencia de su tranquila vida.
A medida que la obra avanza, las risas y el caos se multiplican, desde situaciones absurdas con los materiales de construcción hasta encuentros hilarantes con los conflictos que surgen entre los amantes del pueblo. Al final, el ingeniero logra superar todos los obstáculos, no solo ganándose el respeto de la comunidad, sino también descubriendo la importancia de la amistad, la colaboración y el valor de los nuevos comienzos. Con un giro inesperado, el ferrocarril se convierte en símbolo de unidad y esperanza, demostrando que a veces el progreso y la tradición pueden coexistir de formas sorprendentes y divertidas.