En una Polonia contemporánea marcada por la desolación y el desencanto, un joven llamado Jacek se convierte en el protagonista de una historia que explora la violencia en su forma más cruda y sombría. La trama se desarrolla en una ciudad que parece atrapada en un ciclo de desesperanza, donde la rutina y la falta de futuro afectan las vidas de sus habitantes.
Jacek es un hombre impulsado por un profundo vacío emocional y una frustración existencial, que lo llevan a cometer un acto atroz: asesinar a un taxista inocente. A través de este acto, la película descompone la psicología del asesino, revelando sus motivaciones y conflictos internos. Mientras Jacek se enfrenta a las consecuencias de sus actos, la historia nos sumerge en su mente atormentada y nos muestra una serie de encuentros perturbadores que reflejan la deshumanización de la sociedad que lo rodea.
Paralelamente, se retrata la vida del taxi y el sufrimiento del hombre que muere en el acto, creando un contraste entre el agresor y la víctima, y cómo sus caminos se entrelazan en un momento fatídico. Con un enfoque contundente y estilizado, el filme no solo es una reflexión sobre la violencia y la moralidad, sino también una crítica a un sistema social que parece haber perdido su rumbo, dejándonos cuestionando el valor de la vida y la muerte en un mundo que lucha por encontrar su propia identidad.