En una mansión gótica, oscura y llena de secretos, el misterioso aristócrata Roderick Usher vive atormentado por la inminente muerte de su hermana, Madeline. Al recibir la visita de su amigo de la infancia, Philip Winthrop, Roderick le invita a quedarse en su tétrica morada, donde las sombras parecen cobrar vida y los ecos del pasado resonar a cada paso. La atmósfera se vuelve aún más inquietante cuando Philip descubre que la familia Usher ha estado marcada por una extraña maldición que se manifiesta a través de enfermedades y locura en sus miembros.
A medida que pasan los días, la salud de Madeline se deteriora y sus misteriosos episodios de catatonia provocan la desesperación de Roderick. La tensión se siente en cada rincón de la casa, donde los susurros de los ancestros parecen advertir a los vivos de los peligros que acechan. La relación entre Philip y Roderick se complica cuando el primer busca llevarse a Madeline, creyendo que el amor puede romper el hechizo que ha atrapado a los Usher.
Desencadenando una serie de eventos escalofriantes, la trama se intensifica mientras la locura de Roderick se vuelve incontrolable, reflejando la oscuridad que habita en la mansión. En una noche de tormenta, la línea entre la vida y la muerte se desdibuja, revelando un final trágico que dejará la sangre helada. La decadencia de la casa Usher es un recordatorio de que algunas heridas familiares nunca sanan.