En un futuro distópico donde la violencia ha sido prácticamente erradicada gracias a un curioso juego social, los ciudadanos participan en una macabra competencia conocida como "la caza". Consiste en que cada participante debe eliminar a diez "víctimas", mientras que también son blanco de otros cazadores. La trama gira en torno a la intrigante relación entre Marcello, un cazarrecompensas experimentado que ha perfeccionado su técnica; y Caroline, una astuta y seductora competidora que aspira a convertirse en la décima víctima de Marcello.
Ambos personajes, cargados de carisma y habilidades excepcionales, se encuentran en una danza mortal donde el enamoramiento se entrelaza con la estrategia. A medida que la media tensión se construye, la película desafía las normas del amor y la violencia, al tiempo que explora temas de moralidad y la naturaleza del deseo humano bajo la presión de un sistema que convierte el asesinato en un juego.
Lo que comienza como un juego psicológico se transforma en una compleja lucha emocional entre los protagonistas, quienes se ven atrapados no solo por sus misiones, sino también por su atracción mutua. La atmósfera de la película, acompañada de un estilo visual retro futurista, sumerge al espectador en un mundo donde la vida y la muerte dependen de decisiones rápidas y peligrosas. La historia culmina en un giro inesperado que cuestiona la esencia de su relación y lo que significa realmente ser víctima en un juego que nunca termina.