En un pequeño pueblo francés, los habitantes se enfrentan a una serie de desafíos cuando un nuevo y estricto alcalde llega para imponer sus normas. El rimbombante funcionario, decidido a llevar a cabo su visión de orden y disciplina, comienza a aplicar las leyes de manera férrea, sin tener en cuenta las peculiaridades y tradiciones locales.
Entre los lugareños se encuentra un grupo de personajes pintorescos que, a pesar de sus diferencias, comparten un mismo objetivo: desafiar la autoridad del alcalde y recuperar la armonía en su comunidad. Encabezados por un entrañable pescador que conoce bien las mañas del pueblo, este grupo se embarca en una serie de travesuras cómicas para sabotear las inusuales y absurdas regulaciones del nuevo mandatario.
Con cada intento por desafiar las normas impuestas, la tensión en el pueblo va en aumento, pero también la solidaridad entre sus habitantes. Al final, todos se ven obligados a reflexionar sobre la importancia de la libertad y el sentido común frente a la burocracia y la rigidez del poder.
La historia se convierte en un divertido choque entre la ley y la diversión, mostrando que, a veces, lo que parece ser un simple cumplimiento de reglas puede convertirse en un proceso absurdo y hasta hilarante. Con un humor inteligente y entrañables personajes, la película explora temas de resistencia social y el valor de la comunidad, sumergiéndonos en la idiosincrasia francesa de aquellos años.