En una granja idílica, un grupo de animales cansados de la opresión humana decide unirse y tomar el control de su destino. Inspirados por los ideales de igualdad y libertad, los animales expulsan a su cruel amo, el granjero Jones, y establecen su propio gobierno, donde la ley es sencilla: todos los animales son iguales. Bajo la dirección de los cerdos, especialmente Napoleón y Snowball, el nuevo régimen parece prometedor al principio. Sin embargo, a medida que la ambición y la desconfianza crecen, los ideales de la revolución comienzan a desmoronarse.
Napoleón, en un despliegue de astucia y falta de escrúpulos, va eliminando a sus opositores y consolidando su poder con un ejército de perros leales. Snowball, a pesar de sus buenas intenciones, es desterrado y se convierte en el chivo expiatorio de todos los problemas. Con el tiempo, los cerdos se van alejando de la vida sencilla de los otros animales, disfrutando de privilegios que contradicen el principio de igualdad. El sueño de una granja utópica se convierte en una pesadilla, donde la tiranía reemplaza a la opresión humana y el lema original se distorsiona: "Todos los animales son iguales, pero algunos animales son más iguales que otros".
La cinta, un poderoso alegato sobre el poder, la corrupción y la traición a los ideales, resuena con una crítica mordaz sobre la fragilidad de la libertad y la facilidad con la que los ideales pueden ser manipulados. A medida que los animales sucumben a la desesperanza, el mensaje se vuelve claro: el ciclo de opresión puede repetirse de maneras inesperadas.