En una apacible aldea de la Lombardía, la vida de un grupo de campesinos gira en torno a la naturaleza y el trabajo diario. A medida que las estaciones cambian, los protagonistas se enfrentan a los desafíos de la vida rural en el siglo XIX. La historia sigue a varias familias que, a pesar de su pobreza, encuentran consuelo en la comunidad y en los lazos que los unen.
La narrativa se centra en la familia de un humilde campesino que utiliza sus habilidades para mantener a sus hijos y proporcionarles un futuro mejor. Sin embargo, no todo es idílico; las dificultades económicas, las decisiones difíciles y las tradiciones arraigadas comienzan a pesar sobre ellos.
Cuando la familia se ve obligada a vender sus preciados zuecos de madera, símbolo de su identidad y trabajo, se desata una serie de eventos que revelan la lucha por la dignidad y la supervivencia en un mundo que busca aplastarlos. A lo largo de la película, el director logra capturar la esencia de la vida campesina, con una atención casi poética a los detalles que hacen que cada escena se sienta auténtica y profundamente conmovedora.
Con una cinematografía deslumbrante y una narrativa conmovedora, se nos invita a reflexionar sobre el sacrificio, el amor y los lazos familiares en medio de la adversidad, mientras la hermosa pero implacable naturaleza avanza imperturbable a su propio ritmo.