En un pequeño y tranquilo pueblo francés, la vida cotidiana de sus habitantes se ve interrumpida por la llegada de un nuevo carnicero, un hombre reservado y enigmático que rápidamente se convierte en una figura central en la comunidad. Mientras empieza a integrarse, mantiene una curiosa relación con una maestra de escuela, quien, tras un trágico suceso en su vida, encuentra en él un refugio emocional. Los dos forman un vínculo inusual, mezcla de amistad y algo más profundo, aunque marcado por una tensión subyacente.
A medida que su conexión se fortalece, se comienzan a producir una serie de asesinatos misteriosos en el pueblo, dejando a los residentes en estado de paranoia. Pronto, se hace evidente que los cuerpos parecen estar conectados de alguna manera con el carnicero y su inusual forma de trabajar la carne. La atmósfera de la película se torna oscura y opresiva, logrando que la maestra se vea atrapada entre la lealtad a su nuevo amigo y el terror que comienza a acechar su comunidad.
Con una dirección magistral que mezcla el horror psicológico y el thriller, esta historia provoca una creciente inquietud, cuestionando la naturaleza del deseo y el peligro que puede surgir de la intimidad. La relación entre ambos personajes se convierte en un juego de seducción y suspenso, donde cada mirada y cada gesto pueden tener un significado oscuro. En este mundo, el amor y el horror parecen bailar al mismo ritmo, dejando a todos preguntándose hasta dónde llegarán sus instintos más primitivos.