En una cautivadora mezcla de comedia y crimen, seguimos las desventuras de un astuto ladrón que, a pesar de no ser el más brillante de los criminales, planea el robo de sus sueños: un tesoro increíblemente valioso. Después de conocer a un egocéntrico y carismático ladrón que es, de hecho, un genio del crimen, ambos deciden unir fuerzas. Sin embargo, la colaboración resulta ser una montaña rusa de malentendidos, enredos y un rosario de “mala suerte”. Por un lado, tenemos al cerebral, que es experto en la planificación, pero carece de la habilidad para ejecutar sus ideas. Por el otro, el ladrón carismático encuentra una oportunidad perfecta para demostrar que en el mundo del crimen, la inteligencia no es suficiente sin un poco de astucia callejera.
Todo se complica cuando la policía empieza a apretarles los talones, y ellos se ven obligados a improvisar más de lo que habían planeado. A medida que la trama avanza, el par se encuentra en situaciones cada vez más absurdas, desde persecuciones descabelladas hasta artimañas ingeniosas para eludir la captura. Mientras la tensión se eleva, se revelan lealtades imprevistas y giros cómicos en la historia. Con un toque de sátira sobre el crimen organizado y la locura que rodea, se gestará una dinámica inesperada entre los protagonistas, desnudando las verdades sobre la amistad, la codicia y, por supuesto, el ingenio que se necesita para salirse con la suya en el juego más peligroso de todos.