En esta comedia italiana de 1978, seguimos la historia de una joven profesora llamada Elena, que asume un nuevo trabajo en un internado para chicos problemáticos. Con un enfoque más moderno y un tanto despreocupado, Elena entra a la institución con la esperanza de hacer una diferencia en la vida de sus alumnos, quienes son un mar de rebeldía y travesuras. Desde el inicio, la dinámica entre ella y los estudiantes es explosiva, ya que su estilo de enseñanza se aleja de las rígidas normas del colegio, generando tanto admiración como resistencia en las mentes jóvenes.
Mientras intenta conectar con ellos, Elena también debe lidiar con la administración del colegio y sus normas anticuadas, que no están listas para su enfoque fresco y creativo. Las situaciones cómicas se desatan cuando sus métodos poco convencionales chocan con las reglas estrictas del lugar. A medida que avanza la trama, Elena logra ganar la confianza de sus alumnos, desatando un torbellino de situaciones hilarantes que incluyen travesuras, escapadas e incluso algún que otro romance.
Sin embargo, a lo largo de su viaje, Elena se da cuenta de que enseñar va más allá de los libros: se trata de tocar vidas y abrir caminos. La conexión emocional que forma con sus alumnos transforma tanto a ellos como a ella, culminando en un emotivo desenlace que resalta la importancia de la empatía, la juventud y el poder de la educación. En este entorno caótico y lleno de risas, se nos recuerda que cada uno tiene algo que aprender y ofrecer, independientemente de las generaciones.