En un rincón olvidado por la civilización, un hombre se embarca en un viaje lleno de adrenalina y venganza. Tras ser objeto de una brutal paliza y humillación por parte de un grupo de moteros despiadados, el protagonista se encuentra con un deseo ardiente de desenfrenar su furia. Decidido a no dejar que sus agresores se salgan con la suya, se adentra en un mundo donde la ley es un mero concepto y la justicia se toma con cada puñetazo.
Con su moto como compañero fiel, el héroe se prepara para un enfrentamiento inevitable en una serie de encuentros violentos que desafían los límites del aguante físico y la voluntad. Mientras se alía con otros forajidos y marginados de la sociedad, su camino está repleto de desafíos inesperados y traiciones. Los moteros, por su parte, no se quedan de brazos cruzados; desatando una espiral de caos, se convierten en una amenaza constante que acecha cada movimiento.
La película es un crudo retrato de venganza y resistencia, teñido con la estética punk de los años 80. Con escenas que van desde persecuciones a alta velocidad hasta peleas primitivas en el barro, se convierte en un festín visual de acción y desesperación. En este juego de gato y ratón, solo aquellos con una determinación inquebrantable podrían sobrevivir. La línea entre el bien y el mal se desdibuja, mientras las llamas de la furia se avivan.