En un caluroso verano en el sur de Estados Unidos, una tímida y soñadora niña de 12 años se siente atrapada en un mundo que no comprende del todo. Frustrada por la rutina de su vida cotidiana y el lento desmoronamiento de su familia, anhela una conexión y un sentido de pertenencia que parece esquivo. Cuando su hermano mayor, el único miembro de su familia con quien tiene un vínculo cercano, se va a casar, su deseo de ser parte de algo más grande se intensifica.
En medio de su creciente desesperación, comienza a entablar una amistad con la sirvienta de la casa, que le ofrece una visión del mundo más amplia, pero también más complicada. A medida que se acerca la fecha de la boda, nuestra protagonista se obsesiona con la idea de unirse a su hermano y su futura esposa, imaginando que una vez que eso suceda, finalmente se sentirá parte de algo significativo.
A través de encuentros emotivos y momentos llenos de realizaciones, la joven lucha con sus inseguridades y la transición de la infancia a la adolescencia. La película captura la esencia de lo que significa pertenecer y la lucha interna entre los sueños y la realidad. En el desenlace, la protagonista comienza a entender que la vida no siempre se alinea con sus deseos, pero que la búsqueda de una identidad propia puede ser un viaje tan valioso como el destino mismo. En su travesía, aprenderá que no se necesita pertenecer a un grupo para encontrar su lugar en el mundo.