En esta comedia desenfadada de 1938, una excéntrica familia de clase alta se enfrenta a la llegada de un inesperado inquilino que agita su apacible vida cotidiana. La matriarca, una mujer generosa pero un poco distraída, decide acoger a un joven y atractivo hombre que acaba de ser despedido de su trabajo. Este nuevo alojamiento desencadena una serie de divertidos enredos y conflictos, ya que se convierte en el centro de atención de todos los miembros de la familia.
Mientras cada uno de los personajes comparte su peculiar forma de ver la vida, desde el esposo absurdamente optimista hasta las traviesas hijas en busca de romance, el nuevo inquilino se convierte en el catalizador de intensas interacciones. La situación se complica aún más cuando el joven atrae la atención de varias pretendientes, desatando celos y malentendidos a raudales.
Con un humor característico de la época, la película explora las dinámicas familiares y la lucha entre las viejas tradiciones y la frescura de la juventud. Las situaciones cómicas se entrelazan con un mensaje sobre la importancia de la aceptación y la adaptación. A medida que la trama avanza, el nuevo inquilino ayuda a cada miembro de la familia a descubrir sus propios deseos y anhelos, llevando a una conclusión inesperada y satisfactorias para todos. Entre risas y pequeñas lecciones de vida, esta película se convierte en un destello de optimismo en tiempos complicados.