En esta divertida comedia de los años 20, seguimos las desventuras de un hombre de familia, que se encuentra atrapado en el caos que trae consigo la visita de los excéntricos parientes de su esposa. Todo comienza cuando la abuela, un hombre torpe, y un grupo de primos peculiares llegan a la casa de la pareja para pasar el fin de semana. Al principio, el protagonista trata de ser el anfitrión perfecto, pero las cosas se escapan de control rápidamente.
Mientras intenta mantener la calma y organizar actividades para entretener a sus extraños invitados, las situaciones absurdas comienzan a acumularse. Entre malentendidos, escapadas cómicas y protagonistas que parecen tener un talento natural para el caos, la vida cotidiana se convierte en una cacofonía de ruidos y risas. Los intentos de nuestro héroe por restaurar el orden lo llevan a situaciones cada vez más ridículas, y cada vez que parece que ha logrado estabilizar su hogar, algo más desastroso ocurre.
A medida que el fin de semana avanza, el protagonista se da cuenta de que su visión de la familia puede ser más complicada de lo que había imaginado. Al final, lo que parecía ser un estrés insoportable se transforma en una lección sobre la aceptación y la importancia de los lazos familiares, sin importar cuán alocados sean. Con un humor sutil y un toque de nostalgia, esta película capta la esencia de lo que significa ser parte de una familia, incluso cuando esa familia es un poco... peculiar.